Un juego de lucha que merece tu atención.
Ya seas un seguidor acérrimo del manga (o de su serie de animación) o simplemente tengas una Nintendo DS, debes haber oído hablar de “Bleach: The Blade of Fate” en alguna ocasión. Esto se debe a que el juego, que apareció hace más de dos años en Japón, se ha convertido en una auténtica referencia de la lucha 2D en el catálogo de la portátil. Lo ha conseguido con un cuidado sistema de combate, toneladas de personajes seleccionables, modo online y un apartado visual lo suficientemente espectacular como para seguir estando en forma hoy día. No importa si conoces la historia original de Ichigo y compañía, si te gusta la lucha deberías seguir leyendo y descubrir más acerca de éste reciente lanzamiento para la consola de doble pantalla creada por Nintendo.

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El juego, aunque editado por Sega, ha sido desarrollado por la mítica empresa nipona Treasure. Algo que sorprende, dado que la compañía se había alejado hace tiempo del género de la lucha, donde en el pasado realizó el excelente “Yu Yu Hakusho Makyotoissen” (MegaDrive). Su vuelta al género cuenta con inspiraciones en éste clásico de 16 bits, como los enfrentamientos de cuatro personajes en distintos planos de acción. Una característica que demuestra que en las oficinas de los creadores de títulos míticos como “Guardian Heroes”, “Gunstar Heroes”, “Dynamite Headdy” o “Ikaruga”, se sigue pensando con mucha cabeza.
La historia de “Bleach: The Blade of Fate” comienza poniéndonos rápidamente en situación, por si desconocemos la obra original. Poco después se nos pone en la piel del principal protagonista, Ichigo Kurosaki, quien se aventura en un peligroso camino para salvar a Rukia Kuchiki. Ésta joven, una shinigami, ha sido castigada con la ejecución por pasarle tiempo antes sus poderes de shinigami al propio Ichigo.
Jugabilidad 
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En el modo historia del título, donde seguimos los pasos de Ichigo para salvar a Rukia, nos encontramos con un sistema de juego muy curioso. Entre combate y combate habrá secuencias conversacionales, tradicionales ya en el género, pero lo mejor vendrá a la hora de plantear los enfrentamientos. No sólo porque en ocasiones luchemos contra varios enemigos a la vez, sino porque en determinados momentos habrá que vencer de formas específicas. Esto determinará el camino que tomaremos argumentalmente. Si no hemos hecho lo que debíamos volveremos atrás en la historia y tendremos que tratar de encontrar la ruta correcta. Sin duda, una manera curiosa y poco agotadora de alargar el modo historia, que de otra manera sería bastante corto y simplista. Sorprende que repetir combates no termine siendo molesto, y una vez hemos terminado el juego podemos acceder a nuevos caminos donde el guión avanza más allá del rescate de Rukia. Característica que aumenta todavía más la rejugabilidad del producto, algo indispensable en cualquier título de lucha que trate de mantenernos ocupados durante más de dos días. Por si esto fuera poco, no hay que olvidar que cada personaje cuenta con su propio modo historia, los cuales iremos desbloqueando a medida que los completemos con éxito. En total 23 argumentos independientes llenos de intensidad y rejugabilidad.
Pero claro está, las modalidades del juego no se quedan ahí. También tenemos el tradicional modo Arcade, donde luchar sin contemplaciones, y el necesario modo Versus. Se unen a estos una opción donde entrenarnos, y el modo Desafío, donde pondremos a prueba nuestra habilidad para realizar combos y ataques especiales. También podemos acceder a una tienda en la que gastar los puntos que hayamos conseguido previamente. Así, tenemos la oportunidad de adquirir cartas espíritu (de las que ahora hablaremos), colores, gráficos, y sonidos.

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Pasando al sistema de juego en sí, como hemos dicho, recuerda en base al del mítico “Yu Yu Hakusho Makyotoissen”. Pero al mismo tiempo se encuentra altamente influenciado por sagas 2D recientes, como The King of Fighters o sobre todo Guilty Gear. El campo de batalla cuenta con dos planos de profundidad, entre los que podemos cambiar pulsando L. La existencia de estos dos planos es realmente beneficiosa a la hora de afrontar combates múltiples, dado que podremos marear a los oponentes y crear estrategias de ataque variadas. Además de esto, el sistema de combate se basa en grandes saltos (al estilo Guilty Gear), largas encadenaciones de golpes y en la realización de poderosos movimientos especiales. Todo ello apoyado en una serie de movimientos que sólo podrían representarse gracias a una historia con tintes mágicos como la de Bleach. Es decir, teleportaciones, desplazamientos tan rápidos como la luz, o el uso de la energía espiritual. Ésta se encuentra definida en dos barras de poder distintas, que nos permitirán hacer uso de movimientos potenciados y ataques especiales. Ambos elementos resultan imprescindibles para acabar con nuestros oponentes de manera satisfactoria. En términos básicos, el sistema incorpora tres botones de ataque (dos golpes flojos, uno fuerte), uno de protección, y otro para desplazarnos rápidamente. También podemos saltar (y hacer doble salto), usar counters, bloqueos varios, cargar energía, y agarrar a los oponentes. Como se puede ver, las opciones de combate son ricas y cuentan con gran variedad, destacando además que cada luchador está muy diferenciado de los demás. Por si esto fuera poco, durante los enfrentamientos podemos hacer uso de las cartas espirituales. Contamos con un número limitado de ellas por combate y es posible crear barajas con las que mejor nos vengan. Se encuentran situadas en la pantalla táctil, apareciendo de dos en dos en la imagen. Para usarlas sólo tendremos que pinchar en ellas con el dedo cuando lo necesitemos. Sus efectos son variados, siendo posible potenciarnos en distintos aspectos, neutralizar características del enemigo, o cargar nuestra energía. Aunque inicialmente no hagamos uso de ellas, no tardaremos en descubrir que resultan muy importantes a la hora de enfrentarnos con determinados enemigos, sobre todo si vienen en pareja.

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Aunque el juego es realmente adictivo y duradero en monojugador, también cuenta con una modalidad versus muy cuidada. En ésta podemos desde combatir contra la CPU, hasta enfrentarnos contra otros usuarios en red local. Y como principal característica del juego, el modo Versus nos permite luchar a través del servicio Wi-Fi de Nintendo. Algo que si bien en ocasiones puede provocar lag en los combates más multitudinarios, se convierte en un rotundo éxito para demostrar nuestras habilidades a usuarios de todo el mundo. En definitiva, un título rejugable al 100% y con una jugabilidad muy cuidada a la cual, si nos gusta la lucha 2D, encontraremos pocos defectos.
GráficosVolvemos a sorprendernos del excelente resultado conseguido por el juego aún teniendo en cuenta que apareció en Japón hace más de dos años. Los diseños de personajes están perfectamente recreados en 2D, con toneladas de animaciones, chorros de fluidez por vena, y un surtido de movimientos variadísimo. Se representan todas las acciones de la serie, los gestos de cada luchador, y por si esto fuera poco, el título incorpora multitud de ilustraciones procedentes del anime. Algo que nos alegrará el día en el modo historia y entre fases del modo arcade. Los escenarios están varios escalones por debajo y sorprenden menos, mostrándose ligeramente vacíos y con pocos efectos de espectacularidad. Todo lo contrario ocurre con los efectos visuales, que aportan un ritmo constante de luces y explosiones para acompañar los movimientos especiales de nuestros personajes. Sin olvidar las cuidadas secuencias que veremos en pantalla cuando los luchadores liberen su energía.
Música & SonidoUna de cal y otra de arena para la edición europea de “Bleach: The Blade of Fate”. Por un lado, se ha mantenido la canción original japonesa del opening, que sonará una vez conectemos el cartucho mientras vemos secuencias de los personajes. Por otro, las voces en inglés, que proceden de la edición americana del producto. Aunque las de algunos personajes cumplen con su trabajo, lo cierto es que se echa mucho de menos el audio original nipón. En cuanto a la música, hace gala de canciones guitarreras muy moviditas, que salvo alguna excepción quedan muy bien con el estilo de juego. Éstas melodías, eso sí, pasan a segundo plano debido a la potencia de los efectos de sonido. Cortes de espada, impactos, caídas, truenos, y demás efectos sonarán constantemente mientras combatamos.
ConclusiónAunque lo juegues una vez, termines su modo historia, y comiences a desbloquear opciones, “Bleach: The Blade of Fate” sigue sorprendiéndote. En parte porque hacía muchísimo tiempo que no veíamos un juego de lucha 2D creado con un mimo como el que ha depositado en él la gente de Treasure. Razón por la que aún hoy el título sigue siendo tan bueno como cuando apareció en tierras japonesas. Poco importa que su secuela ya esté disponible en Japón, porque “Bleach: The Blade of Fate” continúa siendo un dulce que se debe saborear lentamente. Salvo que no te guste el género de la lucha, y tanto si conoces Bleach como sino, échale un vistazo porque no te decepcionará.
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